Promovido por la fundación Hauser&Wirth, con la que ya ha trabajado en distintas ocasiones Piet Oudolf, junto con la familia Chillida, el jardín muestra un nexo entre el arte escultórico y el arte paisajista a través de paletas de color, textura y forma. La obra, cuyo diseño ha sido ejecutado por La Rosa Maures, consta de tres zonas de actuación, que todavía se encuentran en su primera fase.