ESPECIES VAGABUNDAS ¿Una amenaza?

Recensión al libro de G.Clément, F. Hallé y F. Letourneux

Libro editado por Editorial Gustavo Gili en 2021 en castellano (título original: Espèces vagabondes: menace ou bienfait?, 2012), resultado de un encuentro-congreso sobre la dimámica del mestizaje planetario en el que participaron los tres autores: Gilles Clément, ingeniero hortícola; Francis Hallé, botánico y biólogo; y François Letourneux, ingeniero agrónomo. Consta de cuatro partes, las tres primeras a cargo de cada uno de los autores y una tercera donde se realizan intercambios entre ellos para reflexionar sobre el tema, aportando cada autor su punto de vista sobre el mestizaje planetario de las especies vegetales y animales, preguntándose si este movimiento planetario es un mecanismo más de la evolución, cómo identificar estas plantas «vagabundas» y, en su caso, cómo controlarlas.

No coinciden del todo las posturas de los tres conferenciantes, desde la más radical de G. Clément que aboga por la acogida de todas las especies vagabundas, pasando por la conciliadora de F. Letourneux y la más restrictiva de F. Hallé.

Para G. Clément las especies que viven en una zona climática (ej. la mediterránea) también podrían vivir en otro continente si se dieran las mismas condiciones de suelo y clima. Lo expirimenta en su jardín de Rayol, porque el jardín sería el territorio por excelencia del mestizaje planetario. Hace una relación de diversos ejemplos de mestizajes vegetales a escala planetaria que constituyen paisajes híbridos, como Opuntia ficus-indica en las Islas Canarias, procedente de Centroamérica, que ya ha pasado a formar parte del paisaje. Y se pregunta si se deben suprimir las especies que no están en su lugar de origen aunque ello suponga que tengan que desaparecer del planeta. Porque ¿acaso los vaganbudeos no participan de manera constructiva en el mecanismo más general de la evolución?.

A ello responde F. Hallé señalando que se omiten las especies vagabundas que son «hierbas malas» como Imperata cylindrica, Miconia calvecens o Eichhornia crassipen o Stringa asiatica que acaba con las cosechas de mijo, maiz o caña de azucar. Para el, lo esencial de la evolución en términos de creación de especies, de especiación, son las barreras (físicas). El motor de evolución sería el aislamiento. No hay que forzar el proceso de evolución.

Por su parte F. Letourneux mantiene una postura intermedia, pero se plantea varias preguntas como quién sería el jardinero del jardín planetario, quién acompaña, provoca, causa o no el mestizaje. La responsabilidad de la especie humana como jardineros del planeta. El estado de la naturaleza, por si, es dinámico y, por tanto no existirían especies invasoras: el vagabundeo forma parte de la vida. Pero hay situaciones en que las invasoras vegetales y animales son problemáticas. El trabajo del jardinero sería velar para que las plantas vagabundas no se volvieran demasiado invasoras a expensas de la biodiversidad local, irremplazable y frágil.

El encuentro termina con intercambio de opiniones entre ellos y un turno de preguntas.

El libro, de no más de 102 páginas, es bastante interesante por la confrontación (pequeña) de los diferentes puntos de vista sobre cómo tratar las plantas vagabundas, aportando planteamientos ecológicos y concienciando sobre cómo estamos tratando a la naturaleza y, por ende, al planteta.

El libro se puede adquitir en amazon.es, en lacasadellibro.com y otras plataformas, incluso como ebook.